Origen de Abbad


El noble linaje de los Abad o Abades, que todo es uno, procede del Señorío de Vizcaya. La casa troncal radicó en el valle de Gordejuela, de las Encartaciones de Vizcaya.


Descendientes de esta casa fueron los Castro-Abad, como así también los fundadores de los solares secundarios de Treviño, en la anteiglesia de Marín, llamada Santa María, que está en el valle real de Léniz (Guipúzcoa); en las anteiglesias de Dima y Ceánuri (Vizcaya); en la villa de Guevara (Alava), y en el lugar de Huermeces (Burgos).


A su vez, salieron de estos solares los fundadores de varias ramas del apellido Abad, que se extendieron por diversas regiones de España y América.


Uno de los primitivos varones del linaje Abad, procedente de la casa troncal del valle de Gordejuela, en Vizcaya, fue Martín Fernández Abad, llamado de Calagurra. Este vino a Castilla la Nueva con motivo de la conquista de Aurelia, cuyos términos confinaban en aquellos tiempos con los complutenses por Perales, Tielmes y Carabaña, y con los oretanos por entre Ocaña y Villarrubia, donde fundó casa y rama. Fueron sus herederos sus nietos Sancho Abad, que radicó en Ocaña, y Martín Fernández Abad, segundo del nombre, señor de Castellanos, hoy Vega del Colmenar, que puso en riesgo las tierras de Aranjuez.


Este señor de Castellanos tuvo por hijos a Fernando, que fue Comendador mayor, y a Rodrigo, padre de Gonzalo, Estefanía y Sancha.


Un primo suyo, llamado también Martín Abad, tercero del nombre, fue rico-hombre y primer Chanciller en Castilla. Este Chanciller tuvo dos hijos, Fernán y Juan Abad. También fue rico-hombre de Castilla en 1167 un hermano de ese Chanciller, y sobrinos Fernando Martínez de Fita, Alcaide de Toledo, y García Martínez de Cerezo, Mayordomo de la Reina Doña Leonor.


Gonzalo Abad, hijo de Rodrigo, y nieto, por lo tanto, de Martín Fernández Abad, señor de Castellanos, marchó a Asturias y fundó la rama de esta región.


En la villa de Grandas radicaron durante varios siglos individuos de este linaje, según consta en sus padrones.


Descendientes de los Abad de Asturias pasaron más tarde al Burgo, llamándose González Abad.


Jerónimo de Villa dice en sus "Linajes ilustres" que estos González Abad de Asturias pasaron también al Bierzo (León).


El señor de Castellanos, Martín Fernández Abad, se trasladó a Aragón por los años de 1167 para militar bajo las órdenes del gran Monarca Don Alfonso II, el Casto, recibiendo en premio varias tierras en el valle de Tena, en las montañas de Jaca, donde fundó su casal (lugar de Barca Pollera), distinguiéndose él y sus sucesores por sus dotes militares.


En los años de 1570 un descendiente de la anterior rama, Martín Abad, vino desde el casal del valle de Tena a Loporzano para casarse con María Allué, que era sobrina de mosén Luis de Allué, Vicario de Loporzano. Estos consortes levantaron casal propio y probaron su infanzonía para ser tenidos como infanzones frente al Abad del Real Monasterio de Montearagón, que era el señor temporal de dicho pueblo de Loporzano, con lo cual fueron tenidos como tales tanto ellos como sus hijos, Martín, Pedro y Bernardo.


El primero, Martín, a la muerte de sus padres continuó al frente del casal y posesiones que tenían en Loporzano; contrajo matrimonio con Juana de Franco, hija de los infanzones llamados Franco, de dicho pueblo. De este matrimonio nació otro Martín, que fue Familiar del Santo Oficio de la Inquisición. Casó con Juana de Casbas, con quien tuvo hijos. El primogénito, Martín Juan, que residió en Loporzano toda su vida al frente de su hacienda, fue esposo de María Seral, hija de infanzones también. Tuvieron por hijos a Juan Martín, al Licenciado Pedro Abad y a Josef Abad. El mayor de ellos, Juan Martín, continuó al frente de la casa disfrutando de los privilegios y exenciones que los demás infanzones, y contrajo matrimonio con Ana María de Ciria. Fueron padres de Martín y de Lorenzo. Martín continuó con las posesiones y privilegios de sus padres, y de igual manera sus hijos y descendientes, pero la casa comenzó a decrecer en bienes e influencia, y el casal, que aún se conserva con el escudo en la puerta, pasó a otros poseedores.


Lorenzo Abad y Ciria, hermano del anterior, fue, siendo mozo, a combolar al pueblo de Alagón y allí estableció un nuevo casal, poniendo en la fachada las armas de  los Abad de Loporzano, pero con una variante que luego explicaremos.


Este fue el tronco de aquella familia que ya no conserva su residencia en Alagón, pero aún existe el casal y el escudo en la fachada.


Los Abad de Ayerbe (Huesca), traen su origen de los de Loporzano del siguiente modo: Pedro Abad y Allué, hermano del mencionado Martín, siendo mozo trasladó su residencia desde Loporzano a Ayerbe, donde contrajo matrimonio con Orosia Nadal, de cuyo consorcio nacieron Pedro y Salvador. Pedro heredó el casal de sus padres y casó con Catalina Marzal. Fueron padres de Juan, que continuó en Ayerbe, sucediendo en los bienes y prerrogativas, como infanzón, a sus padres. Se unió en matrimonio con María Garcés, naciendo de esta unión cuatro hijos: Juan Martín, Tomás, Juan y Domingo. El primogénito continuó en Ayerbe y los otros tres salieron a combolar a los pueblos inmediatos, por los que se extendió este apellido. Salvador Abad y Nadal, hermano del mencionado Pedro, casó también en Ayerbe con Juana Lués, y fueron padres de Juan, que contrajo también matrimonio en la mencionada villa, con casal propio, que fue transfiriéndose a sus hijos y descendientes hasta la fecha, lo cual hace que existan dos ramas de los Abad en Ayerbe, que, aunque en la actualidad han perdido el parentesco, proceden, sin embargo, del mismo tronco.


Hay también una línea de linaje Abad, cuyos individuos se apellidan Abbad, como los de Estadilla, en Aragón; pero estos a que ahora nos referimos son de Vizcaya, con casa solariega en la anteiglesia de Ceánuri, y sus armas son muy distintas de todas las demás.


De la casa fundada en los años de 1167 en el valle de Tena de las montañas de Jaca, por Martín Fernández Abad, Señor de Castellanos, procedió Pedro Abad, a quien el abad y los monjes del Monasterio de Ripoll enviaron a expensas suyas, capitaneando un tercio de tropas, a la conquista de Valencia. Fue también de los que ganaron Alcoy en 1255, donde quedó heredado, extendiéndose su descendencia por las villas de Muro, Xàtiva, Elda y Novelda.


Del casal del valle de Tena procedió también Palmerio Abad, que en tiempos del Rey Don Pedro de Aragón fundó las casas de las dos Sicilias. Un descendiente suyo, llamado Pedro Abad, murió en Nápoles, habiendo desempeñado distinguidos empleos del real servicio.


En la provincia de Cantabria hubo también desde muy antiguo líneas del linaje Abad en Cueto, Viaña (valle de Cabuérniga) y Santoña, así como en La Rioja.


De ella procedió el Padre Fray Matías Abad, religioso franciscano, que fue ejecutado por los indios del Choco hacia el año de 1650, cerca del río de San Francisco de Atrato en el distrito de la ciudad de Antioquía.


Había sido minero de plata en el asiento de las minas de Santa Ana de la comarca de la ciudad de Mariquita, y desengañado de las vanidades del mundo se hizo fraile en 1631.


El Padre Matías Abad, que había nacido en la villa de Cueto, provincia de Cantabria, era hijo legítimo de Toribio Abad y de Catalina de la Higuera. Sus restos yacen en la capilla mayor del Convento de San Francisco de la ciudad de Cartagena.


Descendiente de los Abad del primitivo solar de las montañas de Burgos, en el lugar de Huermeces , fue Melchora Abad, que casó con Francisco Pérez, ambos naturales de Ezcaray y su aldea de Turiza.


Tuvieron varios hijos. El primogénito, Andrés Pérez Abad, ganó para él y para sus hermanos Real ejecutoria en la Real Chancillería de Valladolid el 23 de Febrero de 1808, refrendada por Manuel Estrada y mandada escribir por Pedro de Zarandona y Balboa, Secretario de Cámara de S. M., por mandado y acuerdo del señor Juez Mayor de Vizcaya, obedecida y cumplimentada en la villa de Ezcaray, a 25 de Abril del mismo año, y publicada en 1 de Mayo siguiente, hallándose congregados el Ayuntamiento y vecinos según costumbre, y quedando copia por testimonio en el archivo el día 2, según certificó el Escribano Basilio de Mata.


Andrés Pérez Abad casó con Sinforosa Urizarúa, y de este matrimonio nació Julián Aquilino Pérez Urizarúa, Caballero gran Cruz de Isabel la Católica y de Carlos III y Diputado del Cuerpo de Hijosdalgo de Madrid.


En varios nobiliarios, al hablar de este apellido, se dice que los Abad de Aragón y Valencia, por la desgraciada muerte de un pariente comenzaron a vestir de negro y empezaron a llamarse Abades, dejando durante algún tiempo de usar el apellido que antes traían. De ahí el que los apellidos Abad y Abades sea uno mismo.


Dionisio Francisco de Abbad y Monseo, nacido en Estadilla (Huesca) el 17 de Octubre de 1785, fue Regidor Decano de Estadilla en 1817, y Maestrante de la Real de Granada, en 1817, y probó su nobleza para ingresar en la Orden de Malta, en 1793. Era hijo de Dionisio de Abbad y Lasierra y de Teresa Monseo y de Codera; nieto paterno de Francisco de Abbad y Navarro, y de Teresa Lasierra y Marco, y biznieto paterno de Dionisio Abbad Altemir y de María Teresa Navarro.


José Abad y Casades Serra y Goncer, Barón de Abella, bautizado en Cardona (Barcelona) el 4 de Septiembre de 1796, Barón de Abella y Comandante de la Milicia Nacional de Cardona, ingresó en la Orden de Carlos III en 1838.


Probaron su nobleza ante la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid: Angel y Antonio Abad Boo Toca y Rumayor, naturales y originarios de Santa María de Cueto (Cantabria), el primero ausente en los Reinos de Indias y el segundo residente en Cádiz, en 3 de Noviembre de 1772 y en 30 de Abril de 1763, respectivamente; Agustín Abad Boo Toca y Rumayor, hermano de los anteriores, natural de Cueto, por sí y como padre de Pedro Abad y Alonso, y de Matías y Josefa Abad y San Juan, vecinos de Cueto, en 3 de Noviembre de 1772; Pedro Abad Boo Toca y Rumayor, hermano de los anteriores, por sí y como padre de José, Manuel y Paula Abad y Rumayor, vecinos de Cueto, en 3 de Noviembre de 1772; Felipe Diego Abad Abad Toca y Toca, natural y originario del Monte, vecino y actual Procurador del Común de Cueto, en 22 de Noviembre de 1776; Pedro Abad Boo y Volado, y sus hijos Juan, Antonio, Francisca y Manuela Abad, originarios de Cueto, en 3 de Noviembre de 1772; Santos Abad Mujiedes Boo y Rumayor, natural y originario de Cueto, en 3 de Noviembre de 1772; José Abad García y Maliaño, natural y originario de Cueto, por sí y como padre de Francisco (ausente en Indias), Antonio (vecino de Santander), Francisco, Manuel (ausente en Indias), y José de Abad (vecino de Suances, en Cantabria), en 26 de Mayo de 1772; Francisco Abad Camus Vélez y Rumayor, natural y originario de Cueto, en 10 de Mayo de 1790; Juan Francisco Abad, vecino de Loma Somera (Valderredible, Cantabria), en 1716; José Abad, vecino de Gajano, en Cudeyo (Cantabria), en 1778; Antonio Abad, vecino de San Cebrián de la Abadía (Cantabria), en 1763; Juan Antonio Abad, vecino de La Cuadrilla de Bárcena de Ebro (Cantabria), en 1716; Bartolomé, Domingo, Francisco y Mendo Abad, vecinos de Ibias (Asturias), en 1578 y 1587; Francisco y Juan Abad, vecinos de Setorio (Villaviciosa), en 1750; Francisco Abad Tumiello y Quintas, natural de Moraza (Burgos) y vecino de Celorio (Asturias), en 29 de Julio de 1771; Juan Abad Alvarez Quintas, natural de Moraza y vecino de Argüeso (Cantabria), en el siglo XVIII; Lorenzo, Manuel, Silvestre y Vítores Abad Aparicio Orduña y Sáez, naturales de Valgañón (La Rioja) y originarios de Fresneda de la Siena Tirón (Burgos), vecinos de Madrid, en 17 de Enero de 1794; Juan Francisco Antonio Abad, vecino de San Julián de Mos (Lugo), originario de San Pedro de Taboy (Lugo), en 27 de Junio de 1761, y Juan Abad de Vilar, vecino de Calendario de Portocelo, en el Obispado de Mondoñedo (Lugo), en 1496.


Ante la Real Chancillería de Granada probaron su nobleza: Sancho Abad Catalán, vecino de Villahermosa (Ciudad Real), y Cañamares, originario de Jaca (Aragón), en 1659; Domingo Abad Montero, natural del Puerto de Santa María (Cádiz) y originario de San Andrés de Espinareda (León), en 1719; Domingo Abad Mercadillo, vecino de Puerto de Santa María (Cádiz), en 1733, y Martín Abad y Patiño, vecino de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), en 1670.


Ganaron proceso de Infanzonía en la Real Audiencia de Aragón: Juan Lorenzo Abad, natural de Loporzano (Huesca), en 1677; Juan Abad, vecino de Ayerbe (Huesca), en 1677; Francisco de Abad, natural de Estadilla, en 1718; José Abad, natural de Zaragoza, en 1738; Juan Domingo Abad, natural de Ayerbe (Huesca), en 1804; Manuel Abad, natural de Alagón (Zaragoza), en 1798; Leonardo Abad de Bernabe, natural de Villanueva de Jiloca (Zaragoza), en 1757, y Manuel Abad y Falces, natural de Estadilla, en 1788.


Bernardo y Manuel Abad, vecinos de Sevilla y originarios de Gijón, probaron su nobleza en la Real Audiencia de Oviedo, en 1831.


Pedro Abad de Mendoza, natural de Mendoza, capellán, ingresó en la Orden de San Juan de Jerusalén, en 1584.


Probaron su nobleza para ingresar como religiosos en la Orden de Santiago: Francisco Abad Alonso Herranz y González, natural de Loeches (Madrid), en 1642; Francisco Abad, natural de Villarrubia, en 1657, y José Abad de Sandoval Villegas y de Eguiliz, natural de Beas (Huelva), en 1702.


Para ejercer cargos del Santo Oficio de la Inquisición probaron su nobleza: Angel Abad, Ministro, natural de Madrid, en la Corte, en 1815; Cristina Abad Pérez, natural de Vinalesa (Valencia), en Valencia, en 1633; Domingo Abad Joven, Presbítero, natural de Cubel (Zaragoza), en Zaragoza, en 1621; Fray Iñigo Abad y Lasierra, natural de Estadilla (Huesca), para Calificador, en la Corte, en 1782; Juan Abad, natural de Collado, para Oficial, en Llerena, en 1649; Juan Abad Sarabia, Oficial, natural de Burgo de Osma (Soria), Ex-Mayordomo de la iglesia de Burgo de Osma, Contador de los Obispos de Córdoba Cristóbal de Lobera y Fray Domingo Pimentel, en Córdoba, y su mujer María Espinosa Aguado, natural de Córdoba, en 1636; Ana Abad, vecina de Almagro (Ciudad Real), esposa de Pascual Ruiz de la Franca, en 1563; Pedro Abad Patón, Oficial, natural de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), en Murcia, y su mujer Inés Mejía, natural de Villanueva, en 1635; Tomasa Abad, esposa de Sebastián Pretel, para Familiar, en Cartagena de Indias, en 1630; Antonio Abad Pont Ferranet y Pont, para Familiar, en Valencia, en 1731, y su mujer Jacinta Esteve y Albelda, naturales de San Felipe y vecinos de Cárcer (Valencia); Bautista Abad Vidal Margues y Mico, natural de Palomar y vecino de Muro, para Familiar, en Valencia, en 1738, y su mujer Jesualda Reig y Alonso, natural


de Muro; Francisco Abad, para Familiar, en Valencia, en 1738, y su mujer Antonia Latorre y Cucarolla, natural y vecina de Muro, y Juan Antonio Cristóbal Abades, natural de Miraflores, para Ministro, en Toledo, en 1787.


Hicieron expediente de genealogía para ingresar en la Real Compañía de Guardias Marinas: Antonio Abad y Esquil, natural de Cádiz, en 1729; Ramón Abad y Alfaro, natural de Estadilla (Huesca), en 1779; Vicente Abad y Fortón, natural de Estadilla, en 1783, y Antonio de Abad y Alfaro, natural de Estadilla, en 1783.




La genealogía, historia, la procedencia y los orígenes del apellido Abbad

Descubrir los orígenes históricos del apellido Abbad es algo enormemente interesante, porque nos retrotrae a los antecesores y familiares que construyeron este abolengo. La historia de Abbad es, al igual que la de la mayor parte de apellidos, un difícil y formidable viaje a tiempos pasados con la finalidad de desvelar la procedencia del apellido Abbad, lo cual nos conduce a disponer de más información acerca de aquellos que llevan ese apellido, cuál fue su procedencia, cuál su escudo o escudos heráldicos, la bibliografía en la que aparece mencionado Abbad... Podemos tratar de escudriñar su genealogía, y amén de los sitios de origen del apellido Abbad, sabemos en dónde es posible hallar a gente con el apellido Abbad en la actualidad.

El apellido Abbad: su hidalguía

Todos los apellidos con certificado de hidalguía concedido por parte de alguno de los Reyes de Armas españoles, han sido compilados y publicados en un colosal trabajo ejecutado por el último Decano Rey de Armas, Don Vicente Cadenas y Vicent. En el caso de Abbad, el primer Rey de Armas en certificar su hidalguía fue DON GONZALO LAVIN DEL NOVAL, Cronista Rey de Armas de número, Abogado y genealogista, Académico de la Mexicana de Genealogía y Heráldica, del Instituto Genealógico Brasileño y de la de Historia Internacional de París, fundador de la Revista Nueva Academia Heráldica en 1913, condecorado con algunas recompensas españolas y extranjeras, vecino de Madrid.

El apellido Abbad en el mundo

Si bien los apellidos disponen de un origen que se da en unas circunstancias muy concretas de tiempo y espacio, muchos de estos apellido se han ido propagando por todo el planeta debido a variopintos motivos, inclusollegando algunos de estos apellidos a ser notables en países muy alejados de su país o región que los vió nacer. Es muy posible que este sea el caso de Abbad. Haciendo uso de la información de la que contamos actualmente, es posible aseverar que los países en los que Abbad es más cuantioso son los siguientes:

Ver lista completa de Abbad en el mundo

Historia del apellido Abbad

La crónica histórica sobre el apellido Abbad se trata de una curiosa serie de eventos que fueron protagonizados por quienes han ostentado este apellido durante toda la historia, y que existe la posibilidad de transitar hasta llegar a quienes fueron los primeros portadores del apellido Abbad. Sus gestas, la forma en que vivieron sus vidas, los sitios que habitaron, sus relaciones familiares, los trabajos que desempeñaron… Todo el conjunto es básico para quien, como quien se encuentra leyendo ahora mismo esta web, tienes interés en encontrar más información con respecto a la historia, heráldica, blasones y nobleza de Abbad. En los renglones siguientes podrá hallar todo lo que hemos logrado compendiar en referencia a apellido Abbad. Con todo, en caso de que usted detente de más información que tenga a bien compartir, le agradeceríamos infinitamente su colaboración para agrandar los conocimientos de aquellas personas que, como usted, deseen tener más conocimientos sobre el apellido Abbad.

Es nuestro deber decirle que por desgracia no tenemos más datos históricos en referencia a Abbad que la que gustosamente hemos dado a conocer. Hacemos un llamamiento a los navegantes entusiastas de los apellidos que arriban a este sitio web que examinen las fuentes bibliográficas recomendadas y a tornar de forma periódica, puesto que usualmente recibimos preciadas aportaciones de otras personas atraídasgente atraída en la historia de los apellidos que podrían disponer de información de especial interés en relación con el apellido Abbad, y que raudamente (previa verificación) subiríamos a esta página web. Del mismo modo, si es usted una de esas personas, le animamos a que colabore con nosotros y nos envíe la información referentes a Abbad que se encuentren bajo su disposición, ofreciéndole toda nuestra gratitud por el gesto por anticipado.

Algunos Abbad renombrados

Con toda probabilidad ha habido algunos Abbad importantes en la historia de la humanidad, pese a que por el motivo que sea, no todas las crónicas históricas lo tuvieron en consideración o los datos no han llegado hasta día de hoy. Por desgracia no todas las destacables aportaciones de los hombres y mujeres que han llevado el apellido Abbad fueron tenidas en cuenta en ese momento por los historiadores de la época. Por más que un apellido tiene la capacidad de relacionar a una persona a un insigne linaje y a un destacadísimoblasón, sin duda son las personas individuales quienes, en el transcurrir de sus vidas y en virtud de algunas obras destacadas o importantes para la comunidad en la cual se establecieron, confieren renombre a sus apellidos y es posible llegar a erguir destacados linajes. Es por ello que queremos resaltar en esta web a aquellas personas con el apellido Abbad que, por algún motivo, han dejado su impronta en el curso de la historia.

El apellido Abbad y sus fuentes bibliográficas

Debido a todos los datos que hemos podido recoger hasta día de hoy, nos es posible asegurar que en relación con el apellido Abbad es posible hallar datos alusivos a su historia, genealogía y su heráldica. Huelga decir que todo ello es posible gracias a las fuentes bibliográficas para su consulta. La bibliografía recoge alusiva al apellido Abbad, gracias a la que nos es posible averiguar algo más con respecto a su significado original, origen, su trayectoria histórica, su blasón o distintos blasones y heráldica. Es recomendable acudir a las siguientes fuentes si lo que desean es realizar un estudio acerca del apellido Abbad, al igual que de otros apellidos:

FUENTES

Estas fuentes son fundamentales para quienes deseen iniciarse en el estudio de Abbad, y a su vez de los apellidos en general.