Linaje muy antiguo y noble, originario de Cataluña y extendido a Aragón, Valencia y Baleares. Su ubicación original fue en la parroquia de San Pedro, en Figueras (de donde tomó el nombre), en el Ampurdán y en la provincia de Girona. Los miembros de este linaje disfrutaron de todos los privilegios propios de la nobleza desde tiempos muy antiguos, estaban emparentados con nobles, recibieron también gran favor de los Condes de Barcelona y de los Reyes de Aragón, y tuvieron su propio lugar de enterramiento en la iglesia de San Vilabertrán (de la Orden de los Agustinos), sito en el municipio de Figueras.
De los documentos que hemos examinado sobre los orígenes de la familia se puede inferir que a principios del siglo XIII vivían en Figueras tres hermanos llamados Mosén Jaime, Mosén Pedro y Domingo de Figuera o Figueras y eran los fundadores de las principales ramas del linaje.
En Cataluña, el linaje Figueras tuvo casas solariegas en diversas localidades como San Cugat del Vallés, San Celoní, Gualba, Aiguaviva, Llorá, Salrá, Taiala, Vilablareix, Báscara, Caldas de Malavella, Hostalrich, Tordera, Balaguer, Ager , Pobla de Segur, Perves, Malpás, Seo de Urgel, Llusás, La Sentiu de Sió, Lleida, Alguaire, Anglesola, Curullada, Cervera, Torrents, Amposta, Benifallet, Tortosa, Albarca, Borjas del Campo, Riudecols, Riudoms, Montroig, Cambrils, Reus, Tarragona, Torre de Fullola y Pontils.
En Aragón, el linaje Figueras tuvo casas solariegas en Palo, Secastilla, Grustán (Graus), Bisauri, Bordón, Castellote, Molinos, Alcañiz, Mirambel, Encinacorba, Torrijo de la Cañada, Los Fayos y Ainzón.
Los miembros del linaje Figueras migraron a varios países como Argentina, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Chile, Estados Unidos, Filipinas, Honduras, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Varios individuos del linaje fueron reconocidos por su nobleza y contribuciones a la sociedad. Por ejemplo, Marco Antonio de la Figuera de Calatayud fue Infanzón en 1596. Los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén incluían a Francisco de la Figuera y José de la Figuera. También miembros del linaje de Figueras probaron su linaje ante las cortes de Valladolid, como los logroñenses Francisco e Íñigo de Figueras en 1581.
Bartolomé Figueres, un canónigo de Barcelona, desempeñó papeles importantes en la iglesia y el sistema legal durante el siglo XV. Miguel Figueras, ciudadano de Granollers, participó en las Cortes del Principado de Cataluña en 1552 como síndico. Juan Gaspar de la Figuera, natural de Fraga, fue obispo de Lleida desde 1585 hasta 1596.
Con el tiempo, los miembros del linaje Figueras recibieron diversos honores y privilegios. A Francisco Antonio de la Figuera de Jerez de la Frontera se le concedió la nobleza en 1791. A Francisco Figueras se le concedió el privilegio de ser ciudadano honrado de Barcelona en 1707. José Figueras obtuvo un documento sobre privilegios de caballero en 1724.
José Figueras y Gavaldá, ciudadano de Tarragona, recibió el título de caballero de manos del rey Fernando VI en Aranjuez en 1751 por sus servicios como Síndico del Santo Oficio de la Inquisición. Era hijo de José Figueras y Grau, ciudadano de Tarragona, y de María de Gavaldá y Sunyer.
Estos individuos y sus contribuciones reflejan la rica historia y herencia del linaje Figueras, demostrando sus orígenes nobles y roles importantes en la sociedad.
1. Archivo Histórico Nacional, Madrid.
2. Archivo General de Indias, Sevilla.
3. Archivo Histórico Provincial de Barcelona.
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