Origen de Alaja


Después de la derrota de Alarcos, y arrepentido el Rey Don Alfonso VIII de su amancebamiento con una judía, y luego de haber hecho penitencia, quiso, ayudado por los Reyes de Aragón y de Navarra, tomar el desquite de su derrota y se dirigió de nuevo contra los moros. Atravesaba su ejército el puerto de la Losa, comúnmente llamado el puerto de Muradal, cuando se encontró al Rey moro Mahomat Miramamolín fuertemente atrincherado en dicho puerto. Pasar adelante era ir a una nueva derrota; retroceder era también difícil, y acampar en los lugares donde se hallaba el ejército, imposible, por falta de pastos y por las dificultades del avituallamiento de los soldados.


En esta situación crítica, dice la leyenda que se le apareció un ángel a don Alfonso VIII; pero los historiadores opinan que fue un hombre llamado Martín Alhaja, ganadero, el cual dijo al Rey que él conocía un camino por donde el ejército pudiera salir del atolladero en que se había metido.


El Rey, desconfiando de este hombre, comisionó al Conde Lope Díaz de Garo y a García Romea para que comprobaran la certeza de sus manifestaciones.


Fueron los dos caballeros guiados por Martín de Alhaja, que les dijo: “En la cumbre de ese monte hallarán la cabeza de una vaca devorada por los lobos, y desde ese sitio verán un camino por donde poder salir”. Los dos caballeros hallaron, en efecto, la cabeza de la vaca, y vieron un camino por donde, sin peligro de ser atacados por los moros, podía tomar nuevas posiciones el ejército cristiano.


Así lo hizo éste, y una vez situado más favorablemente, arremetió a los moros y obtuvo el 16 de Julio de 1212 la memorable victoria de las Navas de Tolosa.


Con la narración de ese suceso que precedió a la famosa batalla y que exponen diversos tratadistas, coincide casi exactamente la que hace Argote de Molina, que es el autor que reunió más autorizados pormenores y más detalladas noticias de todo el proceso de aquella victoria.


He aquí lo que dice Argote, en relación con la existencia del mencionado Martín Alhaja y con el eficaz servicio que prestó al ejército cristiano:


“Queriendo cada uno de los Reyes de Castilla, Aragón y Navarra los primeros encuentros contra los moros, fueron de acuerdo de dar el cargo de ordenar las batallas a un caballero ampurdanés llamado Dalmau de Crexel, caballero anciano y tenido sin contradicción alguna por extremado y práctico en actos de guerra y armas. Este ordenó que el Rey don Alonso de Castilla tuviese la vanguardia, pues era el principal de aquella jornada, y era suya la conquista de la tierra y reino de los moros contra quien se peleaba. Al Rey don Sancho De Navarra dio el cuerpo de la batalla con gentes del reino de Castilla. Al Rey don Pedro de Aragón ordenó que fuese en la retaguardia. Y así marcharon con su ejército hasta llegar al castillo de Castro Ferral, donde hallaron ocupado el paso por los moros, que por la aspereza del monte fragosísimo estaban tan fuertes, que al ejército de los cristianos era imposible pasar, sin ponerse a riesgo de ser perdido. Por la cual los Reyes quedaron tan confusos, que en ningún Consejo se determinaban. Pero como la voluntad de Dios era no desamparar los que peleaban por la honra de su nombre, y mostrarles cómo su ayuda es cierta en el mayor conflicto a los que en Él esperan, estando en este trabajo llegó a ellos un pastor de ganado (cuales son hoy los grandes pastores de tierra de Soria) preguntando a gran priesa por los Reyes; y como fuese llevado a su presencia, díjoles con gran determinación que no estuviesen en cuidado, que él los pasaría sin peligro por el camino donde repostaba su ganado, que era lugar de mucha hierba y de buenas aguas. Lo cual, como oyesen los Reyes, entendiendo que el pastor venía guiado por la voluntad del cielo, prometiendo de le hacer grandes mercedes, enviaron con él, para ser ciertos de lo que decía, a Diego López de Haro y a García Romea. Los cuales, subiendo por una cuesta de lo alto de la sierra, divisaron el llano que el pastor había referido. Y certificados los Reyes, partieron con todo el ejército, con grande gozo y alegría, y subieron por la cuesta que llamaban del Emperador, por haber pasado por ella el Emperador don Alfonso, y guiólos el pastor tan bien, que los puso de frente del real de los moros, sábado en la noche, donde plantaron sus tiendas y se alojaron a vista de los enemigos. Llamábase este pastor Martín Alhaja, el cual había dado por seña a Diego López de Haro y a García Romea que en aquel paso que les mostraría hallarían la calavera de una vaca que Martín Alhaja les había referido.”


En la carta que el Rey Don Alfonso VIII envió a Su Santidad Inocencio III, y que puede considerarse como el parte oficial de la batalla de las Navas de Tolosa, se alude también a dicho Martín Alhaja, aunque omitiendo su nombre, y se confirma la ayuda que prestó a los cristianos en los siguientes párrafos:


“Porque el Rey de los moros era vecino nuestro, no quisimos combatir a Salvatierra, sino procediendo contra la multitud de moros venimos a cierta montaña, a la cual no había pasada sino en ciertos lugares; y como nos venimos al pie de aquel monte de nuestra parte, los moros de la otra parte tomaron lo alto del monte, queriéndonos impedir el paso; pero nuestros soldados, subiendo varonilmente (porque hasta entonces, porque moros habían venido a aquel lugar) los retrayeron con socorro varonilmente, y cierto castillo fortalecido, que por impedir el paso el Rey de los moros había edificado, conquistaron,  que se llamaba Ferrad. El cual ocupado, el ejército del Señor seguramente pudo subir a lo alto, donde tuvo mucho trabajo por la falta de aguas y aspereza del lugar. Los moros, viendo que aquel paso no podían ocupar, ocuparon otro paso que restaba a la salida del monte, muy escabroso; y tal era, que mil hombres podían defender a todos cuantos hombres hay debajo del cielo, y junto aqueste paso, de la otra parte, estaba todo el ejército de los moros y fijadas ya sus tiendas. Y como nos, por la falta de agua, no pudiésemos estar allí, ni pasar, por la dificultad del paso, ciertos de los nuestros aconsejaron que otra vez bajásemos al pie del monte, y a dos o tres ductas buscásemos otro paso Nos empero atendiendo el peligro de la fe y deshonra de nuestra persona, no quisimos tomar este consejo, eligiendo antes en las dificultad del paso morir por la fe, que buscando paso más fácil, en alguna manera ir atrás en el negocio de la fe. Y  como ya hubiésemos afirmado nuestro propósito a juicio de cierto labrador que Dios envió de repente, en el dicho lugar hallamos otro paso harto fácil los magnates varones que en la batalla los primeros ímpetus habían de tener”.


Habrá el lector observado que en esas narraciones se dice unas veces que Martín Alhaja era pastor, otras que era ganadero y otras que era labrador; pero hay que suponer que era ganadero y labrador, a la manera que lo fueron en aquel tiempo muchos hidalgos de Soria, Segovia, Cuenca, Molina y otras partes; pues algunos autores dicen que venía del linaje de Cisneros, y que traía las armas de éstos, lo cual es testimonio de que no era de baja condición, sino hidalgo de casa y solar conocidos.


Don Alfonso VIII, en premio del gran servicio que había prestado a su ejército, concedió a Martín Alhaja las siguientes


  1. Nigeria Nigeria
  2. India India
  3. Filipinas Filipinas
  4. Bolivia Bolivia
  5. Egipto Egipto
  6. Uganda Uganda
  7. Finlandia Finlandia
  8. Perú Perú
  9. Níger Níger
  10. Estados Unidos Estados Unidos
  11. España España
  12. Brasil Brasil



Apellido Alaja: Historia, genealogía, procedencia y orígen

Descubrir el origen y la historia del apellido Alaja es algo profundamente fascinante, ya que nos remonta a los ascendientes y familias que erigieron este linaje. La historia del apellido Alaja es, así como la historia de la mayoría de apellidos, un enigmático y magnífico viaje a épocas pasadas con el propósito de averiguar el orígen de Alaja, que nos lleva a saber más acerca de quienes se apellidan Alaja, cuál fue su origen, su escudo o escudos heráldicos, la bibliografía en la que se menciona Alaja... Nos es posible tratar de escudriñar su genealogía, y amén de los lugares originarios de Alaja, es posible saber en qué sitios es posible encontrarnos con gente con el apellido Alaja en estos días.

La hidalguía del apellido Alaja

El conjunto de los apellidos que obtuvieron certificado de hidalguía adjudicado por parte de alguno de los Reyes de Armas españoles, han sido compilados y publicados en una colosal obra ejecutada por el último Decano Rey de Armas, Don Vicente Cadenas y Vicent. Si hablamos de Alaja, el primer Rey de Armas en certificar su hidalguía fue DON GONZALO LAVIN DEL NOVAL, Cronista Rey de Armas de número, Abogado y genealogista, Académico de la Mexicana de Genealogía y Heráldica, del Instituto Genealógico Brasileño y de la de Historia Internacional de París, fundador de la Revista Nueva Academia Heráldica en 1913, condecorado con algunas recompensas españolas y extranjeras, vecino de Madrid.

Dónde encontrar a personas con el apellido Alaja

Pese a que los apellidos tienen un origen que se da en unas circunstancias muy concretas de tiempo y espacio, muchos de ellos se han ido extendiendo por todo el planeta debido a varios motivos, inclusollegando algunos de estos apellidos a ser destacados en sitios muy alejados de su país o región en el cual se originaron. Cabe la posibilidad de que este sea el caso de Alaja. Con todos los datos de los que contamos hoy en día, estamos en la facultad de aseverar que los países en los que Alaja es más abundante son los que siguen:

Ver lista completa de Alaja en el mundo

Alaja: crónica histórica

La crónica histórica de Alaja se basa en una fascinante serie de acontecimientos de los que fueron protagonistas las personas que han ostentado este apellido durante la historia, y que es posible explorar hasta que lleguemos a quienes fueron los primeros portadores de Alaja. Sus gestas, su forma, de vivir la vida, los sitios en que vivieron, las relaciones familiares que tuvieron, los trabajos que ejercieron… Todo esto es fundamental para quien, como quien se encuentra leyendo estas líneas, siente interés en conocer más acerca de la historia, heráldica, blasones y la nobleza e hidalguía del apellido Alaja. En los renglones siguientes usted podrá encontrar todo aquello que hemos logrado recopilar en referencia a apellido Alaja. No obstante, si usted tiene en su haber de más información que tenga a bien compartir, le agradeceríamos infinitamente su colaboración para dilatar los conocimientos de quienes, del mismo modo que usted, busquen saber más sobre el apellido Alaja.

Es un verdadero infortunio para nosotros hacerle saber que no tenemos más información histórica con respecto a Alaja que la que con gusto hemos dado a conocer. Invitamos a aquellos que nos visitan en este sitio web que se informen a través de las fuentes bibliográficas sugeridas y a volver a visitarnos habitualmente, dado que frecuentemente atendemos destacadas aportaciones de otras personas interesadasgente atraída en la historia y el origen de los apellidos y los linajes que podrían tener datos de especial valor acerca del apellido Alaja, y que velozmente (habiéndolo verificado todo previamente) subiríamos a este sitio web. Del mismo modo, si se encuentra usted en disposición de ser una de esas personas, le impelemos a nos preste su apoyo y nos envíe la información acerca de Alaja de que disponga, agradeciéndole el gesto por anticipado.

Los Alaja más famosos de la historia

Con toda seguridad ha habido muchos Alaja ilustres en la historia de la humanidad, por más que por lo que sea, no el conjunto de las crónicas históricas lo incorporaron o los datos no han llegado hasta día de hoy. Por desventura no todas las destacables aportaciones de las personas que han portado el apellido Alaja fueron recogidas en ese momento por los cronistas de la época. Aunque un apellido puede relacionar a una persona a un importante linaje y a un notorioblasón, huelga decir que son las personas de modo individual quienes, en el transcurrir de sus vidas y a consecuencia de algunas hazañas destacadas o importantes para la comunidad en la que vivieron, dan prestigio a sus apellidos y se pueden llegar a establecer célebres linajes. Por este motivo es que deseamos destacar aquí a aquellas personas apellidadas Alaja que, por el motivo que fuere, han dejado su influencia en el discurrir de la historia.

Mejores fuentes bibliográficas para el apellido Alaja

Debido a toda la información que hemos conseguido compendiar hasta estos momentos, podemos asegurar que con respecto al apellido Alaja existe la posibilidad de conseguir datos acerca de su heráldica, su historia y su genealogía. Vale decir que esto es posible gracias a la bibliografía para su consulta. La bibliografía recoge en relación con el apellido Alaja, con lo que es posible descubrir más sobre su significado original, origen, su trayectoria a lo largo de la historia, blasón y suheráldica. Nuestra recomendación es la de valerse de las siguientes fuentes bibliográficas si aquello que desean es realizar un análisis sobre apellido Alaja, así como también de otros muchos apellidos:

FUENTES

Estas fuentes bibliográficas son fundamentales para avanzar en el análisis de Alaja, y a su vez del resto de apellidos.

  1. Alaca
  2. Alajo
  3. Alasa
  4. Alaxa
  5. Aleja
  6. Alhaja
  7. Alija
  8. Aluja
  9. Alaza
  10. Alaji
  11. Alaj
  12. Alajah
  13. Alacha
  14. Alacia
  15. Alaez
  16. Alagia
  17. Alago
  18. Alagoa
  19. Alaix
  20. Alaiz
  21. Alaiza
  22. Alas
  23. Alasia
  24. Alaso
  25. Alaz
  26. Alca
  27. Alcaya
  28. Alejo
  29. Alesa
  30. Alexa
  31. Aleza
  32. Alhaj
  33. Aliaga
  34. Aliaj
  35. Alijo
  36. Alisa
  37. Alixa
  38. Aliza
  39. Alka
  40. Allaza
  41. Alosa
  42. Alsa
  43. Alsua
  44. Aluija
  45. Aluje
  46. Aluji
  47. Aluju
  48. Alza
  49. Alzaa
  50. Alzua